Mucha tinta fluyó bajo el puente... y también tinta de lapecero.
Volé alto, las alas resistieron -con peso y todo- pero yo no.
Protagonicé historias, quizá no dignas de libros pero sí dignas de ir al psicólogo.
Me reconocí para reinventarme. Me aburrí de mis primeros 35 años -hace 2-.
Conocí nuevos mundos, aún apagando el Mario Bros.
y volví a nacer, y renacer. Ergo, ahora sí me merezco el nombre Renato.
He cambiado.
Me atrevería a decir: He mejorado.
Y puedo decirlo, porque he visto mi mala versión, y ya no soy aquel.
Dejé de fumar*! Yeiii!
* Dejé de comprar cigarrillos, lo cual redujo mi consumo al 1% de lo habitual.
Obviamente todavía le gorreo a algunos amigos, pero ya no fumo en casa, ni diario.
Esto de ser más maduro que mi edad, adelantó la crisis de los 40, que ya está acechando.
He cambiado, he madurado, he mejorado.
Así que cualquier estupidez que puedo haber publicado y sea altamente censurable, y traiga potenciales problemas, solo quiero decir:
1. Aquel que escribió antes aquí ya no existe ☺
Yo no me hago responsable.
2. Que hijodeputa, que después de décadas vengan a hurgar aquí, a ver si hay algo censurable.
3. Que huevón yo, sabiendo cómo es la gente de mierda, no haber borrado TODO antes 😅
Y nada. Necesito retomar el hábito de la escritura y la auto-censura. Bienvenido al mundo de la comedia.
Necesito hacer ejercicios. Pinche covid. Estás durando más de lo que un reggaetón está de moda.
Necesito dormir. Me voy. Espero regresar pronto por aquí para escribir
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